Cuando se pierde un diente, el hueso que lo sostenía va disminuyendo en altura y grosor según el tiempo pasa. Esto provoca que, cuando finalmente se decide a colocar el implante, si ha pasado un período largo de tiempo, el hueso maxilar no tenga entonces suficiente volumen para retener el implante.
En estos casos, lo adecuado es regenerar el hueso antes de poner el implante. Podemos hablar de:
Reconstrucciones óseas:
Realizamos injertos de hueso allí donde hay una carencia. Estos injertos pueden ser de hueso natural o de hueso sintético.Esta novedosa técnica permite que personas que antes estaban obligadas a llevar dentadura postiza, puedan disfrutar de implantes dentales, estables y cómodos, igual que si fueran dientes propios.
Elevaciones de senos maxilares:
Cuando perdemos los dientes, el hueso que los sujeta empieza también a reabsorberse: a los 3 meses de la pérdida de un diente ya se aprecia la atrofia ósea.
En estos casos, la Dra. Martínez Plaza puede encontrarse con un hueso deficiente en calidad y cantidad para que los implantes queden bien sujetos. Se hace necesario recurrir a los injertos óseos y a las elevaciones de senos maxilares para conseguir una osteointegración adecuada de los implantes.
Cuando los implantes ya llevan la prótesis dental colocada transmitirán de nuevo las fuerzas de la masticación al hueso, como si fuesen raíces naturales, asegurando así la conservación del hueso que los sujeta.